Hoy quiero alzar la voz por Santa Rosalía Mármol, Zacapa, Porque la desinformación está siendo usada como arma, y es urgente contar lo que realmente está pasando.
Esta comunidad no es un invasora, es el hogar de generaciones por más de 300 años. Hay casas, hay iglesias, hay una escuela, hay historia, cultura y vida, Chalía no es solo importante para quienes lo habitan, porque sé que muchos de los que leerán esto hemos ido a visitar sus ríos, cataratas, montañas… sabemos que es un paraíso y así como me han recibido a mí, les han recibido a cada turista, con linda atención, cariño, amabilidad y respeto.
Pero hoy, ese paraíso fue violentado.
La hidroeléctrica extranjera, con un título supletorio (que no es propiedad legal legítima) ha llegado a explotar los recursos de la comunidad, sin importar el daño humano ni ambiental. Mientras tanto, los habitantes que han cuidado esa tierra durante siglos, hoy son tratados como criminales por noticias amarillistas cuando no lo son.
La empresa ha despedido injustificadamente a trabajadores de la comunidad solo por ser originarios de allí. Y ahora, amparada por ese poder económico y político, ha intentado desalojarlos por la fuerza.
Hoy, la policía llegó lanzando bombas lacrimógenas, disparando, aterrorizando a niños y familias enteras. Dos miembros de la comunidad fueron asesinados. Un señor y un joven trabajador, con tantos sueños por cumplir, hoy fueron arrebatadas sus vidas a manos de los que se supone deberían brindar seguridad. También falleció un agente de la PNC, pero que no se confunda: la violencia la inició la fuerza pública, no el pueblo.
Los verdaderos invasores no son quienes viven ahí desde generaciones, son quienes vienen a explotar la tierra y expulsar a sus guardianes.
Como guatemaltecos, no podemos permitir que nos arrebaten lo que por derecho nos pertenece. Lo dice nuestro himno “¡No profane jamás el verdugo,
Ni haya esclavos que laman el yugo,
Ni tiranos que escupan tu faz,
Si mañana tu suelo sagrado,
Lo amenaza invasión extranjera,
A vencer o a morir llamará,
Pues tus hijos valientes y altivos,
Que veneran la paz cual presea,
Nunca esquivan la ruda pelea,
Si defienden su tierra y su hogar”
Hoy, Santa Rosalía Mármol no solo necesita solidaridad, necesita que el país entero abra los ojos.
Hoy les pido: no compartan noticias sin verificar, no crean que los pobladores son criminales, no se dejen manipular por intereses empresariales.
Hoy, la dignidad, la vida y el territorio están en juego.
Y la historia sabrá quién estuvo del lado correcto.
No pertenezco a la comunidad, pero los llevo en mi corazón a cada habitante que he conocido, hoy siento impotencia y dolor por las injusticias llegaron hasta provocar luto en la aldea.
De acuerdo a las historias de los pueblos.
¿Quién es el invasor ahora?
